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  • akashaser

FANTASMAGORICO

Ocurrió de repente… allí estaba, sentada en una banca de esas que ponen en las clínicas para que los pacientes esperen su turno de atención. Pero ese lugar no era una clínica, ni un hospital o una iglesia, era una oficina donde los empleados trabajan en sus cubículos y por sus pasillos siempre hay personas que van y vienen presurosas con papeles en las manos, hacen consultas entre sí y de vez cuando alguno suelta una risa estrepitosa.


Allí estaba ella… solitaria, con los pensamientos dando vueltas sobre sí misma. No tenía ningún aparato electrónico de esos que envuelven a las personas hasta perder su propia voluntad. Solo estaba allí. Su piel blanca pálida, casi transparente, lo sorprendió; parecía que de su cuerpo emanaba una luz que la envolvía y a su vez la separaba de este mundo.


No la volvió a ver hasta un día cualquiera de un mes cualquiera, en medio de las angustias y los afanes propios de un día de trabajo, cuando se lidia con las quejas de unos y los reclamos de otros. Volvió a aparecer… ahí, de repente, otra vez sola y con sus pensamientos sobre sí misma… entonces se cruzaron un saludo de voz, sin una mirada ni una sonrisa, porque se notaba que a toda costa quería estar consigo misma y no ser molestada. Pasaron los días y de cuando en cuando la veía, como siempre…aparecía de repente, solitaria, ensimismada…de pronto volteaba la cabeza y ya no estaba.


Poco a poco comenzaron a cruzar palabras…un hola...hasta luego. Después empezaron a hablar de las cosas triviales, el clima, los trancones, el caso terrible que pasaron en el noticiero de la noche y poco a poco fueron construyendo algo parecido a una amistad. Pero con el paso del tiempo comenzó a darse cuenta de algunas particularidades: solo la veía en ciertos lugares, casi siempre en la misma posición y en las mismas actividades; de pronto pasaban varios días y no lograba verla, pero de repente aparecía y actuaba como si nunca se hubiera ido; a veces ella estaba en compañía de otras personas pero nunca la veía cuando él estaba en compañía de otros. Siempre le llamo la atención ese brillo especial que destellaba de su cuerpo aunque nunca pudo sentir la textura de su piel pues solo permitía el saludo a la distancia; su estado siempre fue como el de una presencia ausente y todo aquello comenzaba a intrigarle.


Un día despertó sobresaltado pensando en todas estas cosas que le pasaban y decidido a resolver el misterio se dirigió a aquel sitio donde frecuentemente la encontraba, pero no estaba allí… desilusionado se dirigió hacia la estación del tren para desplazarse a otra ciudad y seguir en sus cavilaciones. De repente… allí estaba… como la primera vez, sentada en una banca de esas largas, cabizbaja, enredada en sus propios pensamientos… Se acercó, levantó la cara y sonrió…se puso de pie y le dijo que viajaba a la misma ciudad a donde él se dirigía…era la primera vez que la veía por fuera de aquel sitio donde la encontraba con frecuencia… sonrió y tomó su mano…entonces tuvo la sensación de que su cuerpo se desvanecía y pasaba a otra dimensión…sabía que estaba en ese mismo lugar pero se sentía fuera de sí…parecía flotar…y ahora ella estaba sin ese destello de luz que la acompañaba siempre y la gente que estaba a su alrededor se tornaba borrosa… en ese instante parecía comprender que su encuentro solo era posible en el intersticio de dos dimensiones…entonces… su cuerpo se heló… con la respiración entrecortada y totalmente paralizado pensó: acaso es ella un fantasma?… o quizá… el fantasma soy yo?....

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