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  • akashaser

AGUA Y SED

Llamamos Mundo a una representación de las cosas que se nos dan. El mundo está ahí, delante de nosotros y gracias a nuestra capacidad cerebral somos capaces de hacer una representación de esas cosas en nuestra mente: pero esa representación la construimos desde una posición, es decir, desde una perspectiva y con la perspectiva construimos el Sentido de la cosa que se nos da; o sea, el mundo tiene Sentido, un Sentido compartido por quienes han construido las mismas representaciones del mundo en condiciones similares, es decir un Sentido Común que se convierte en la brújula orientadora de la vida cotidiana.

Construimos el Mundo desde los sentidos, lo reproducimos y recreamos a través del lenguaje, especialmente desde la palabra. Con la palabra unimos nuestro pensamiento con las cosas fusionándolos de tal manera hasta el punto que solo existe lo que se nombra cuyo sentido varía según la intención, modo y contexto de la palabra.

Vivimos en la palabra en procura de entendernos, pero paradójicamente los desentendimientos son el principio del entendimiento, por eso no hay que temerle a la opinión contraria o el malentendido pues ellos son fuente de inteligencia y también de amor. Es probable que una persona realice un discurso desde una perspectiva del conocimiento (por ejemplo, desde la filosofía) y quien escucha lo quiera interpretar desde otra (la psicología), aquí se genera el mal entendido que abordado en procura del entendimiento será la oportunidad de ampliar horizontes y generar nuevos conocimientos si, por el contrario, el desentendimiento nos genera temor entonces nos cerramos y entramos en defensa o ataque.

Las palabras no cargan con un significado por sí solas, como dije antes, éste depende del contexto, intención y condición de posibilidad, además de la experiencia propia y limitada de cada quién. Pero en la vida cotidiana todo este complejo discurso se reduce a las vivencias simplificadas de un mundo que se nos presenta de forma natural y donde cada quién actúa según su posición. Por ejemplo, si se da una flor a un botánico éste la clasifica, el jardinero la cultiva, el florista la vende.., pero si un enamorado la regala a su amada, seguro que ella no la clasifica, ni la siembra, ni la vende solo goza de ella porque, más allá de la flor, es capaz de ver el amor de su amado y entenderse con él a través del símbolo que es la flor y que no puede ser reemplazado por palabra alguna.

La existencia de uno solo es posible con el otro y sin el otro tampoco existe uno pues carece se del Sentido. Es como el Agua y la Sed, la Sed y el Agua.

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